22.8 ºC  Junín, Bs As |
En los abrazos que se funden entre humo verde, espuma, lágrimas y tierra arremolinada, todas se perciben iguales. Pero Sarmiento gritó campeón este sábado en cancha de La Loba porque pudo amalgamar un sinfín de diferencias de origen, de calidades, de objetivos personales y de conductas en iguales ganas de ganar.
Las hubo resilientes. Que por decisión ajena o personal, por expectativas frustradas o simple búsqueda de salud mental, abandonaron ese otro fútbol que hacia afuera pintan de profesional y hacia adentro solo ofrece caramelos. Pero las hubo también exploradoras, aventureras que llegaron desde todas partes con el deseo de experimentar en carne propia, de mostrarse y demostrarse, para que no haya nadie que les venga a decir de qué se trata.
Muy diferente fue el Sarmiento que inició el Clausura 2024 del que lo terminó coronando. Porque también hubo refuerzos internos que lo jerarquizaron. Algunas antes, por la necesidad de sumar minutos. Otras ya en el tramo final, frustrado demasiado rápido el sueño del ascenso.
Apenas sonó el silbatazo que dio inicio a las acciones ante UNNOBA, el mismo equipo que tantas veces las había amargado y que, para colmo, ya había cumplido su gran objetivo del año, todas fueron iguales en ganas de ganar. Se notó al instante y casi no tardó en demostrarlo también el marcador. El ritmo de Las Maestras fue arrasador, con tres delanteras lanzadas como perros de presa a morder bien arriba. Solo habían transcurrido cinco minutos cuando a la salida de un lateral en zona defensiva, Catalina Vila apoyó en Luisina Garrido para que esta lanzara un bochazo de primera que puso a correr a Keila Espíndola, quien ya había mostrado estar actívadísima de gambeta, para que le ganara en velocidad a Romina Paye y aprovechara el último pique de pelota para empujarla con cara interna por encima de la humanidad de Rafaela Carbone, justo cuando había abandonado el arco para achicar.
Al 1-0 le siguieron algunos minutos de desprolijidad, pero con Sarmiento manteniéndose en el rol activo. Fue la propia Espíndola la que sacudió la modorra, recuperando alto y eludiendo de izquierda al centro, liberándose de marca y agarrones, para armar un remate incómodo que esta vez fue a parar a manos de la uno Guerrera. A los 20? respondió UNNOBA, a través de un tiro libre que Camila Torres metió al área desde mitad de cancha y que Yanina Greco recepcionó para el ingreso de frente de Valentina Bortel, que sacó un remate que salió ancho.
Pasada la primera media hora, Catalina Vila ubicó con buen pase a Jake Silva, que fue bien atorada por Carbone en el mano a mano. La pelota derivó a los pies de Francesca Álvarez, que se acomodó para buscar perfil e inexplicablemente le erró a un arco que estaba a su merced. Y cuando transcurría el último de los minutos de ese primer tiempo, El Verde dio un golpe de nocaut. Keila Espíndola puso la pelota al corazón del área a través de un tiro de esquina ejecutado desde la izquierda y Jake Silva se impuso en altura para meter el cabezazo que decretó el 2-0.
Si Sarmiento estaba potenciado, imposible no atender a las bajas con que UNNOBA llegó a la definición. Nadia Ramírez, Jalo Fredez, Belén González, Pini Tamburrini, Lucía Mansilla, Sofía D’Ambrosio, todas futbolistas determinantes en la histórica coronación en Copa Federal que estuvieron ausentes en cancha de La Loba. Más allá del sano deseo de ir a buscar, de las variantes que probó Diego Carpinella, Las Guerreras no terminaron de reaccionar en el complemento.
Lejos de relajarse en la diferencia, Las Maestras volvieron a salir con el pie en el acelerador y apenas transcurrido el primer minuto volvieron a buscar con un remate de Francesca Álvarez que salió desviado. La respuesta de UNNOBA, y la más clara en la ventosa noche de sábado, llegó a partir de un tiro libre que ejecutó Juana Garayalde desde el circulo central y que encontró muy mal posicionada a la defensa del equipo dirigido por Mariano Vila, permitiendo a Romina Paye cabecear sin marca en el área chica, aunque sin poder terminar de alejar la pelota de la posición de Rocío Lamelza, que atenazó contra el piso.
Durante largos minutos, en el partido hubo poco más que variantes e insinuaciones. Wanda Silva, Camila Saavedra y Ernestina Alaniz fueron recambio en UNNOBA para Delfina González, Valentina Bortel y Romina Paye, En Sarmiento, solo Ana Paula Gatti ingresó para sumar minutos desde el banco, en reemplazo de Yanela Trachia. Recién a los 30 El Verde volvió a ir a fondo, después de un despeje defensivo de Catalina Vila que le permitió a Jake Silva correr con campo abierto y aguantando bien la marca de Wanda Silva definir por sobre la salida de Rafaela Carbone, aunque viendo salir la pelota demasiado ancha. Producto choque entre delantera y arquera que se produjo en la jugada, la uno Guerrera dejaría la cancha apenas unos minutos después para cederle la custodia a Antonela Betros.
El encuentro, a esas alturas, tenía ya el rótulo de definido y solo hubo que dejar correr el puñado de minutos para que se desatara el festejo, la invasión del público que llegó en muy buen número a tierras riverplatenses y el saludo respetuoso, el reconocimiento de las recién vencidas que a fuerza de tanto ganar aprendieron también a perder. Abrazos, humo, espuma, viento arremolinado, lágrimas. Desquite, alivio, emoción, victoria. Ilusiones, sueños, sacrificios, compromisos. Demasiado patrimonio para dormirse en los laureles y descuidarlo.
Rocío Lamelza; Sofía Ledesma, Luisina Garrido, Josefina Leonidas, Dalma Lucero; Justina Rossa, Catalina Vila, Francesca Álvarez; Keila Espíndola, Jacqueline Silva y Yanela Tracchia.