El blackjack clásico y sus variantes
El también conocido juego de naipes 21 es uno de los más populares en los casinos de todo el mundo, ya sean estos edificios físicos a pie de calle o virtuales, ubicados en el entorno digital online. Buena culpa de poseer tantos seguidores la tiene su dinámica de juego, que es realmente simple. El blackjack posee una de las curvas de aprendizaje más rápidas y sencillas de todos los juegos que se presentan en estos locales y portales de juego.
Sin embargo, el blackjack online no solo acumula seguidores por esto, también lo hace por ser uno de los juegos donde existe un mayor porcentaje de ganar partidas, por la enorme cantidad de trucos, estrategias, consejos y guías que pueden aprenderse, y que aumentarán las posibilidades de victoria.
Otro de los principales motivos por los que no deja de acumular seguidores es el número de variantes que tiene. Con un mismo sistema y objetivo, ganar al jefe de mesa o representante de la casa, acumulando una puntuación lo más cercana posible a 21, sin pasarse, los diferentes casinos presentan diferentes formas de jugar. Las más conocidas son el europeo o clásico, el americano, el High Roller, el Double Exposure, el Atlantic City y el Vegas Strip.
A continuación, se explican brevemente las características de cada uno de las 6 maneras más comunes de jugar a las 21:
El Blackjack europeo es la fórmula con más tradición y la preferida en los casinos europeos. Se juega con la baraja francesa de 52 cartas. La función del jugador será, como en todas las demás variantes, vencer al crupier, banca o casa y no a los compañeros de mesa. Para ganar, como ya se ha comentado, habrá que sumar 21 con las cartas recibidas en cada mano. El valor de las cartas será 1 u 11 para el as, 10 para las figuras (J, Q, K), y el valor natural para el resto de los naipes.
El juego comienza con la apuesta que la mesa tenga determinada, para posteriormente cumplir con el reparto de dos cartas a cada jugador y una para el propio crupier. Una vez que se valoren las cartas recibidas, se tendrá opción a pedir una carta más, dejar pasar la ronda o plantarse.
Cuando pasa esta primera ronda, es el turno de la banca. Si sobrepasa los 17 puntos con sus dos cartas es posible que decida plantarse, ya que no se puede parar la partida si no llega a esta cifra.
Como cabe suponer, la mejor mano es la llamada blackjack y consiste en un as y una figura o un diez. En el caso de que la banca la obtenga, la partida quedará automáticamente finalizada y todos los jugadores perderán. La excepción viene si un jugador también tiene este juego, por lo que habrá conseguido empatar y, por tanto, recuperar su apuesta inicial.
En todas las formas de jugar al blackjack es posible aplicar las estrategias de doblar (duplicar la apuesta inicial a cambio de una carta), dividir (convertir una mano en dos y jugarlas de forma independiente) o retirarse de una partida, siempre que la mesa en la que se juega la tenga aceptada, sobre todo esta última acción.
El Blackjack americano es otra fórmula, la más popular en los casinos de Las Vegas y también la preferida por el público norteamericano. Su diferencia con el europeo se localiza al comenzar la partida, ya que la banca está obligada a enseñar la primera carta que recibe y, si se trata de un 10 o un As, también tendrá que mostrar la segunda. Es un sistema que favorece la creación de estrategias más fácilmente, ya que sabe lo que tiene la banca, por lo que las posibilidades de ganar al crupier aumentan.
En el Blackjack High Roller, es posible elegir entre la fórmula europea o la americana, sin embargo, las apuestas serán muy elevadas, por lo que se considera una variante del blackjack solo para jugadores muy preparados, del entorno profesional.
En la versión Blackjack Double, el representante de la casa recibe dos cartas y las pone al descubierto en el momento que las recibe, por lo que las ventajas para los jugadores se multiplicarán. No es de extrañar, por tanto, que sea una versión con un gran éxito en las salas de juego. Sin embargo, en contraposición, los beneficios económicos por las victorias en las partidas son bastante más pequeños que en cualquiera de los otros tipos. Se considera el mejor para que los que empiezan den sus primeros pasos en este juego.
En el Blackjack Atlantic City se permite que los jugadores puedan doblar sus cartas y separar hasta tres veces si lo consideran oportuno. El abanico de posibles jugadas, por tanto, se dispara. Aquí no hay opción al aburrimiento.
En el blackjack Vegas Strip ganar se vuelve muy complicado para el jugador, sobre todo para los especialistas contadores de cartas, ya que el número de mazos con los que se juega pasan de 2 a 4.