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En una prolija, minuciosa y certera labor policial de seguimientos y análisis de escuchas telefónicas llevada a cabo por la Delegación Departamental de Investigaciones del Trafico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado Junín, se pudo comprobar que existía conexiones entre el conurbano bonaerense y la ciudad de Junín al desbaratarse una banda, que tenía como epicentro la peligrosa Villa Zavaleta de Barracas, en Capital Federal,y la ciudad de Moreno y que proveía de marihuana a juninenses, pudiendo identificar a proveedor de la sustancia a un sujeto con amplios y frondoso antecedentes policiales el cual en el año 2015 había sido detenido como líder de la banda en el Operativo Cisterna Verde donde se procedió al secuestro de miles de kilos de marihuana.
Dicho sujeto es Roberto López, hoy de 45 años de edad, que no puede caminar y se moviliza en silla de ruedas, y al que el juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay, acusó en 2015 de ser el organizador de la banda criminal.
"CISTERNA VERDE"
"Ya está la carne en la heladera", le dijo uno de los sospechosos a su interlocutor que lo escuchaba del otro lado de la línea telefónica. Era la clave para avisar que el cargamento de droga había sido trasladado a un campo en Virasoro, en Corrientes. El primer paso estaba dado por la organización narcocriminal. Ahora restaba ingresar los 3814 kilos de marihuana en territorio bonaerense, fraccionarla y distribuirla, presuntamente en las villas porteñas 1-11-14 y Zavaleta, en el Bajo Flores y Barracas, respectivamente.
Esto sucedió en julio de 2015. La droga nunca llegó a destino. La Policía Federal secuestró los 3814 kilos de marihuana, valuados en 12.000.000 de pesos, ocultos en un camión cisterna en Corrientes cuando había comenzado el viaje de traslado hacia el oeste del conurbano bonaerense.
El 8 de agosto de ese mismo año, el juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay, procesó con prisión preventiva a cuatro sospechosos por los delitos de tráfico y comercio de estupefacientes. Además les embargó los bienes hasta cubrir la suma de 10.000.000 de pesos.
Entre los procesados, según el expediente judicial, se encuentra Roberto López, de 40 años, al que el magistrado acusó de ser el organizador de la banda criminal.
"El procedimiento se hizo en una buena estrategia antidrogas. Intentamos hacer el operativo y secuestrar los estupefacientes antes de que lleguen a las villas. Hay indicios suficientes para sostener que la marihuana decomisada iba a ser llevada a las villas 1-11-14 y Zavaleta para ser vendida al menudeo", sostuvo una calificada fuente de la investigación.
López, el presunto líder, no puede caminar y se moviliza en silla de rueda. Los investigadores tienen información de que su imposibilidad para moverse por sus propios medios se debe a una herida provocada por un balazo. El sospechoso fue apresado en una posada en Mercedes, Corrientes, donde se supone fue a supervisar el traslado de la droga.
"López era el encargado de dar las directivas y encomendar a sus «empleados» diferentes tareas, antes, durante y después de la detención del camión Fiat Iveco [donde estaba oculta la marihuana]", afirmó el magistrado en su resolución de hace cinco años.
La investigación del juez federal González Charvay y de detectives dela Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, bautizada como "Cisterna Verde", no terminó aún. Hay dos sospechosos que tienen pedido de captura y una persona que aún no se logró identificar con su nombre completo y sólo se lo conoce con el alias de "Seba".
Además del presunto organizador, el juez González Charvay procesó con prisión preventiva a la persona que conducía el camión cisterna donde estaba oculta la marihuana, identificado como Juan Pablo Santana, de 36 años, apodado "Frodo".
"Atento a la gran cantidad de comunicaciones que mantuvo el nombrado a lo largo de la investigación, estimo que Santana no resulta ser un simple chofer -como él manifestara en su indagatoria-, sino que llevaba a cabo el transporte de sustancia estupefaciente con pleno conocimiento de ello, y por la función que le cabía dentro de la organización de la que formaba parte, para posteriormente comercializar dicha sustancia con el consecuente beneficio económico para él y los demás miembros de la misma", explicó el juez a cargo de la causa.
Los dos otros procesados por González Charvay fueron identificados como Miguel Ángel Ibarra Alvez, un ciudadano paraguayo de 34 años, y Juan Gabriel Quintas, de 28.
Según el expediente judicial, Ibarra Alvez fue quien abasteció parte del cargamento de marihuana a la organización criminal. "El abastecimiento se habría efectuado en un campo en las inmediaciones de Virasoro -propiedad de Ibarra Alvez-, al que se accedía presumiblemente por un camino de tierra", explicó el juez en su resolución.
Quintas, según la causa judicial, hacía las veces de chofer del presunto organizador "dada la invalidez que presenta López para desplazarse por sus propios medios".
"Los estupefacientes transportados en el camión Fiat Iveco estaban bajo la órbita de disposición y custodia de los imputados [los cuatro procesados]. Dicha tenencia, particular, concreta e histórica, se ejerció en el contexto del tráfico ilegal investigado largamente y cuya realización trascendió en el tiempo", sostuvo el juez al argumentar su resolución.
LA CIFRA
12 millones de pesos, es el valor que tendría el cargamento secuestrado por la Policía Federal, pero por su venta al menudeo obtendrían una suma de dinero mayor.