Dr. Pepa: “La restricción puede ayudar pero con duros controles”
La determinación provincial de restringir el desarrollo de actividades puntuales, entre la 1 y las 6 de la mañana, en aquellos municipios que transiten las fases 3 y 4 del distanciamiento social generó opiniones de distinta índole en el ámbito local.
Los empresarios gastronómicos, por ejemplo, se manifestaron conformes el sábado último, una vez conocida la decisión del gobernador Kicillof. Otros, en tanto, advirtieron por lo bajo que de restringirse el horario de esparcimiento nocturno se fomentará la posibilidad de realización de fiestas clandestinas en distintos sectores de la ciudad.
Desde el punto de vista sanitario, el doctor Javier Pepa, integrante del directorio de la Clínica La Pequeña Familia, señaló en declaraciones que la restricción horaria “puede ayudar” a disminuir la cantidad de contagios siempre y cuando existan medidas de control exhaustivas.
“Depende esto, entiendo, de la manera en que se instrumente. Si hay extremas medidas de control para desarticular encuentros o fiestas clandestinas, puede llegar a tener un impacto. La preocupación que hay en los centros turísticos, sobre todo, tiene que ver con la aglomeración de jóvenes en distintos lugares y encuentros”, señaló en principio el doctor Pepa.
“En ciudades como la nuestra, si se realizan estrictos controles, la medida puede ayudar pero no va a resolver el problema. Creo que el problema es mucho más profundo y tiene que ver con una falta de conciencia social muy grave. Lo que percibo es que la gente está cansada, la sociedad está cansada, y el personal de salud está exhausto. No da para más, no tenemos más energía y hay gente que se sigue enfermando. Entiendo que la sociedad esté cansada, pero no tiene derecho a jugar con la salud física y mental de los demás”, agregó en el mismo orden el profesional médico.
“No se puede hacer nada que ponga en riesgo la salud de otro. La sociedad debería entender que con las actitudes que está tomando hoy está poniendo en riesgo la salud física y mental de un montón de gente: entre ellos los trabajadores de la salud y los trabajadores esenciales. Me preocupa mucho lo que estamos atravesando y me preocupa mucho el post pandemia. Esto va a dejar una secuela de la cual va a costar mucho recuperarnos”, aseveró.
“Hoy el personal de salud siente que la sociedad valora el trabajo que hace de la boca para afuera, pero a la hora de mostrar con hechos el agradecimiento ve que a nadie le importa cuidarse, mantener las medidas de distanciamiento, ni usar el barbijo adecuadamente. Eso significa que a nadie le importa lo que está atravesando el sistema sanitario, que como ya dije está exhausto. La gente no entra en razones”, acentuó el facultativo.
Preocupación y angustia
“Estamos notando faltante de personal, ausentismo, en la clínica por motivos de aislamiento y casos positivos. Estoy angustiado, tenemos mucho descenso de personal de enfermería y mucho descenso de personal de mucamas. A eso hay que sumarle que la gente que está trabajando lo viene haciendo de manera incansable desde marzo del año pasado. Teníamos licencias atrasadas del personal, y ahora analizamos suspender vacaciones o cortarlas para que la gente vuelva a trabajar en algunos puestos críticos que no podemos cubrir. Sabemos muy bien lo que ha pasado en otras instituciones. Es muy preocupante lo que está pasando, la sociedad parece no comprender y desde el punto de vista político el mensaje que se baja es muy tibio. Los mensajes que se deben bajar deben ser mucho más duros, de lo contario la vamos a pasar muy mal, al menos durante los próximos dos meses. Ojalá la gente realmente entienda”, completó Pepa.
Fuente: La Verdad