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La leyenda del cine, que trabajó en el pasado con su hijo en el corto "La voz humana" y el filme "Entre extraños", esta vez es protagonista junto al niño emigrante senegalés Ibrahima Gueye en una historia de sufrimiento, soledad, solidaridad y esperanza.
La película, basada en la novela homónima de Romain Gary, producida por Palomar de Carlo Degli Esposti junto con el gigante del streaming Netflix, la lanza de nuevo en la carrera por los premios Oscar como mejor actriz, tras haberlo obtenido por primera vez en la década del 60.
Loren, que inició su trayectoria en 1950 gracias a su exuberante belleza y notable habilidad histriónica que la convirtieron en una de las actrices más famosas del mundo, aparece esta vez anciana y arrugada, dura y a la vez sensible, en su papel de Madame Rosa.
La superviviente del Holocausto que regenta una guardería para hijos de prostitutas en un pueblo de la costa de Italia acoge al senegalés Momo, un niño de la calle de 12 años que le había robado, sin casa ni familia.
"La película de Edoardo Ponti rinde homenaje a una serie de filmes, desde el último y conmovedor Bernardo Bertolucci de "Yo y tu", al centrarse en un espacio estrecho pero infinito, hasta el poético Pedro Almodóvar, de "Volver" y "Todo sobre mi madre", al relatar la humanidad del apartamento de Madame Rosa y su amistad con la prostituta Lola.
También recuerda a Ettore Scola en "Un día muy particular", interpretado por la misma Loren y Marcello Mastroianni, gracias a la conmovedora secuencia sobre los tejados de un edificio, entre hileras de ropa colgada", escribió este viernes el crítico italiano Sergio Perugini para la página católica SIR.
La historia ya había sido llevada al cine con el título de "Madame Rose", protagonizada por la actriz francesa Simone Signoret, ganadora del Oscar en 1977 por su actuación en esa película.
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