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El drama de los varados por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus tuvo un nuevo capítulo: la muerte de un joven que intentaba regresar a su provincia pero no se lo permitían.
Mauro Rubén Ledesma, de 23, viajó a principios de año desde la localidad de El Colorado, en Formosa, a Córdoba, donde lo esperaba un trabajo. En tierra formoseña dejó entonces a su pareja y a su hija de 2 años.
Al quedarse sin trabajo, pidió permiso para retornar a su hogar, pero las autoridades se lo negaron. Para estar más cerca, pudo viajar a casa de sus padres, en el norte del Chaco. Desde allí siguió insistiendo con el permiso para retornar.
Cansado de la espera, desesperado por volver a ver a su pequeña hija, Mauro tomó una decisión drástica: para evadir los controles en los límites interprovinciales, cruzaría a nado el río Bermejo, que sirve de límite natural entre Chaco y Formosa.
El domingo pasado, efectivos de la policía chaqueña encontraron el cuerpo sin vida de un hombre, que apareció flotando en la costa del río. La autopsia determinó que la causa del fallecimiento: asfixia por sumersión.
Entre las pertenencias encontraron la documentación que permitió identificarlo y su familia reconoció el cadáver: el joven Mauro Rubén Ledesma se ahogó intentando volver a ver a su amada hija. La desidia de algunas autoridades pudo haber complotado para su muerte.