No es novedad que la gestión del gobierno de Mauricio Macri hizo pedazos la economía argentina y que la pandemia de coronavirus terminó de pulverizarla justo cuando el año había arrancado con algunos leves signos de desaceleración en medio de la recesión más profunda de la historia argentina. Así las cosas, llegamos a abril con 24 meses consecutivos de contracción económica. Y ahora se conoció un informe que expone con números la gravedad de la situación en los rubos liberados para trabajar.

El menor movimiento de gente en la calle redundó en una notoria caída de la facturación de numerosos sectores que están exceptuados en esta cuarentena. En base a los datos de la AFIP, los economistas expusieron el nivel de facturación de las distintas actividades (todas de la economía formal) entre el 12 de marzo y el 12 de abril de 2020 versus el mismo período de 2019.

Por un lado, hay algunas ramas en donde la facturación promedio se mantuvo o incluso subió porque están activas como el comercio en supermercados o la producción de medicamentos, mientras que en otros hubo un drástico desplome producto de la imposibilidad de seguir trabajando como los hoteles y restaurantes o en servicios ligados al esparcimiento con caídas interanuales nominales mayores al 50%.

Pero hay muchas ramas -hasta ahora no incluidas en las elegibles por la ATP, debido a que o están exceptuadas de la cuarentena o tienen alto porcentaje de teletrabajo- en donde un porcentaje notorio de las empresas está sufriendo bajas nominales en la facturación. Entre ellas se pueden mencionar las ligadas a la construcción (incluso vinculada a la obra pública), a las llamadas profesiones liberales (como servicios notariales y jurídicos), a la informática (como el procesamiento de datos), a la comunicación (como lo ligado a la producción y operación de TV), a la seguridad y limpieza, o al comercio de alimentos y bebidas por medio de los kioscos.

A su vez, producto de la heterogeneidad subyacente en el tejido productivo argentino, los datos permiten corroborar que al interior de cada rama hay desempeños muy disímiles entre las firmas -como por ejemplo en el rubro golosinas- los cuales parecen obedecer mucho más a distintos perfiles de la demanda que pueden tener firmas de un mismo rubro.

"Dentro del comercio mayorista de golosinas puede haber firmas cuyo funcionamiento siguió siendo dentro de todo normal (por ejemplo, por tener como principales clientes a los supermercados), pero hay otras en donde la facturación se desplomó por tener como principales clientes a los kioscos -cuya actividad, si bien exceptuada, se ha visto fuertemente resentida por el menor movimiento en las calles-", explicaron técnicos del Ministerio de Desarrollo Productivo que elaboraron un informe que fue publicado en el Boletín Oficial.

El cuadro que se muestra a continuación, revela en la primera columna el nivel promedio de facturación, y en la segunda el nivel de facturación del 25% de las firmas dentro de ese rubro con peor rendimiento en el período comparado. "El ejemplo de las golosinas es tan solo ilustrativo y procura mostrar las posibles causas de desempeños tan disímiles al interior de ramas que a priori podría suponerse que son de baja afectación".

Otro ejemplo es la facturación promedio de servicios jurídicos (actividad exceptuada) que cayó 10,8% nominal interanual (entre el 12 de marzo y 12 de abril de 2019 y mismo período de 2020), pero el 25% de las firmas del sector tuvieron una caída de la facturación superior al 87,5%.

"Es entonces dentro de este contexto, y con el objetivo primordial de preservar las capacidades de las empresas y el empleo formal, que resulta necesaria la inclusión de nuevas actividades a la ATP", aconsejan los técnico al Ejecutivo nacional, que a través de los subsdios al salario el Gobierno pagará hasta la mitad de un sueldo neto de los trabajadores registrados de sectores que tienen prohibido trabajar por la cuarentena.

"Muchas empresas de este tipo de ramas experimentaron caídas notorias en su facturación. Todo ello incrementa las probabilidades de que las firmas cierren y, con ello, que los trabajadores formales pierdan sus puestos de trabajo. Con el objetivo de preservar el empleo de calidad se recomienda ampliar el listado de sectores potencialmente beneficiarios del ATP", insistieron los expertos de la cartera que conduce Matías Kulfas.