Cuando comenzó la campaña, D. Roviralta le hizo una apuesta turfística a sus empleados. Si sus tres candidatos ganaban las elecciones lo iba a celebrar con una gran fiesta. Se dio el batacazo y cumplió: Alberto le ganó a Macri en la Nación, Kicillof a Vidal en Provincia y Ghi a Tagliaferro en su intendencia completando la trifecta.

"Estaba esperando hace mucho tiempo, se cumplió y lo hice", dijo "D.Roviralta".

Roviralta armó un gran asado en un club: compró postres, bebidas y hasta un equipo de sonido que fue sorteado entre los empleados. También llevó un inflable para los hijos de los trabajadores. "Fue un día de fiesta", aseguró.

Roviralta es propietario de una pyme que elabora pisos deportivos y antigolpes. Todos los días le paga la comida a los empleados en un club que está a 20 metros de la fábrica y por la crisis económica tuvo que reducir el personal a la mitad: en el 2015 eran 40 y ahora son 20.

"En estos cuatro años perdí mucho. El club donde comíamos fue un golpe muy duro también porque pasamos a ser menos. Esto afectó hasta a el kiosquito de enfrente. Todo se redujo. Fue un efecto multiplicador", se lamentó.

Para mantener el personal, Roviralta también decidió que en vez de hacer doble turno, los empelados hicieran uno solo. "Es una situación complicada, yo no cerré como otras fábricas, pero me cuesta" contó el empresario.

Sin embargo, con el cambio de gobierno, Roviralta espera que la situación para los empresarios pymes cambie y así volver a contratar más gente. "Creemos que el cambio de gobierno nos va a permitir otro panorama económico y financiero", señaló.

Aunque sabe que los tiempos son difíciles y le constará volver a tener la misma productividad que tenía antes, Roviralta tiene esperanza de que todo sea mejor y por eso a parte de celebrar con sus empleados quiere festejar también en la asunción de Alberto el próximo 10 de diciembre. "Voy a ir con mi familia a la plaza, lo voy acompañar", aseguró.