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Las manchas marrones en la piel están asociadas con la edad. Sin embargo, en muchas ocasiones no es la única causa. Conocé los cinco errores cotidianos que pueden generar una hiperpigmentación de la piel.
1) Protección solar 0 - Rayos UV 1:
Muchos siguen sin usar protector solar cuando se encuentran al aire libre, ya sea de vacaciones o mientras hacen actividad física.
“La causa más frecuente de hiperpigmentaciones en la piel es la exposición solar”, explica la doctora Carolina Salvador. En ese sentido, recomienda “respetar el horario recomendado (nunca entre las 10 y las 16), utilizar protector solar FPS 50+ todo el año. En especial, en rostro y manos, ya que están expuestos diariamente”.
“Esto debe ser sostenido y a lo largo de la vida, ya que el 80 por ciento del deterioro de la piel se produce en los primeros 18 años y tiene carácter irreversible”, indica la especialista en medicina estética y antiage.
2) Con los deditos no:
Es un hábito común durante la adolescencia, pero también ocurre en la etapa adulta: apretar los granitos del acné, las espinillas y puntos negros es algo en lo que recae la mayoría de las personas. Pero muchas veces tiene su reacción y la piel se marca, no solo en tonos marrones, sino que pueden quedar marcas rojizas y hasta blancas, como cicatrices.
3) Cuando quitar el vello no embellece:
Los errores al depilarse pueden producir enrojecimiento en la piel, y también que se manche.
Por ejemplo, es común que el área del labio superior se manche por la depilación, o que haya irritación al eliminar vello con métodos que implican el clásico tirón (pinzas, cera caliente, etc.).
Otro clásico error es exponerse al sol luego de depilarse, algo que multiplica la posibilidad de que aparezcan manchas.
4) Cuidado con los cosméticos y los medicamentos:
Los principios activos de ciertos cosméticos y de medicamentos tan comunes, como los antibióticos y los anticonceptivos, también pueden provocar reacciones de hiperpigmentación.
5) Alerta polución:
La mala calidad ambiental provoca estrés oxidativo. Es decir, un aumento de los radicales libres que junto con la disminución de las vitaminas E y C, antioxidantes naturales, van a acelerar el envejecimiento cutáneo.
Sucede que el aire que respiramos contiene muchísimas impurezas: desde gases producto de emisiones industriales, el transporte, el tabaco, o el propio ozono, que a nivel de suelo es nocivo también, hasta partículas en suspensión de distintos tamaños, pasando por los metales pesados provenientes de la industria y sin desestimar tampoco la potente acción de los rayos UV solares.