33.3 ºC  Junín, Bs As |
La relación cambiaria entre Argentina y Bolivia ha dado un giro inesperado en el último año. De tener una de las monedas más devaluadas de la región, el peso argentino ahora supera en fuerza al boliviano, gracias a la estrategia devaluatoria controlada del gobierno y a la moderación de la inflación. Este fenómeno ha desatado un furor de compras en Bolivia, especialmente entre los residentes de Salta y Jujuy, aunque muchos argentinos viajan desde otras provincias para aprovechar las diferencias de precios.
Según estimaciones, alrededor de 3.000 argentinos cruzan diariamente por pasos fronterizos como Bermejo y Villazón, transformando estas ciudades en verdaderos «supermercados» a cielo abierto. Desde alimentos y ropa hasta electrodomésticos, la variedad de productos adquiridos es enorme. Incluso artículos de tecnología, como las populares freidoras de aire, llegan a costar menos de la mitad que en el mercado argentino.
Por ejemplo, mientras una freidora de aire en Argentina cuesta alrededor de $150.000, en Bolivia puede encontrarse por apenas $58.000, marcando una clara ventaja para los consumidores argentinos.
Este fenómeno no solo se explica por el «atraso cambiario» del dólar en Argentina, sino también por la devaluación del boliviano frente a la divisa estadounidense. Mientras en 2023 los bolivianos preferían recibir dólares, hoy aceptan pesos argentinos sin inconvenientes, incluso para transacciones cotidianas.
El boom de compras no ha estado exento de problemas. Los habitantes de ciudades fronterizas bolivianas, como Tarija, han comenzado a quejarse de la escasez de productos básicos y el aumento de precios provocado por la alta demanda argentina. Ante esta situación, el gobierno boliviano decidió reforzar los controles fronterizos con el despliegue de 3.000 agentes adicionales.
La «frontera porosa» entre ambos países ha favorecido el contrabando, agravando la situación para los consumidores bolivianos. En Bermejo, es común ver barcazas y gomones cruzando el río con mercadería, evidenciando la dificultad para controlar el tráfico de bienes.
Mientras tanto, comerciantes bolivianos celebran las ventas récord generadas por la masiva presencia argentina. Sin embargo, esta dinámica refleja un fenómeno cíclico en las fronteras argentinas: cuando el peso se fortalece, los argentinos se convierten en compradores voraces en los países vecinos, y viceversa.
El cambio de roles entre ambas economías se ha consolidado en apenas un año. La fuerte devaluación aplicada al inicio del gobierno de Javier Milei en diciembre de 2023, seguida por un control del dólar oficial mediante un esquema de devaluación progresiva, ha sobrevalorado el peso argentino frente a otras monedas de la región. Esto, sumado a una inflación en descenso, explica el atractivo de Bolivia como destino de compras.
Sin embargo, esta situación también deja en evidencia la volatilidad del peso argentino, que pasó de ser la moneda más devaluada de la región a una de las más fuertes en términos comparativos, todo en solo 12 meses.
Conclusión: Bolivia se ha convertido en el nuevo destino de compras para los argentinos, generando beneficios económicos para algunos y tensiones sociales para otros. El «boom» de fin de año podría continuar si las condiciones cambiarias se mantienen, dejando una huella económica y cultural en ambas naciones.
(Más información sobre precios y estrategias fronterizas en este análisis aquí.