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El rector de la UNNOBA, Guillermo Tamarit, realizó un balance de la Universidad durante el año 2019.
En su análisis destacó como fundamental que no hubo desvíos en la trayectoria iniciada hace 17 años: “El desarrollo de la Universidad es una larga maratón, signada por hechos y por hitos a lo largo de su desarrollo, y en eso lo más importante es mantener el rumbo respecto a lo que se pensó como institución, cómo se puso en marcha, cómo se enfrentaron las dificultades, y cómo persiste ese camino”.
Tamarit recordó que la UNNOBA fue definida, desde sus orígenes, como “una Universidad del siglo XXI, con acento en lo regional, inclusiva, de calidad, en donde participe toda la sociedad en la medida de sus intereses y sus posibilidades, y eso se ve plasmado y va creciendo”.
Regionalización
En una extensa entrevista con UNNOBA Radio, el rector de la Universidad habló sobre la marcha del proceso de inserción en la región. “El desarrollo territorial de la UNNOBA es parte del rumbo –afirmó–, una universidad regional tiene que ir llegando con distintas actividades universitarias a la mayor cantidad de ciudades posible. El centro de Rojas, como modelo que nosotros planteamos, está en desarrollo desde hace tres años y estamos muy contentos con cómo marcha. El segundo que se está gestando es el de General Villegas y el tercero es en Los Toldos”.
Tamarit aclaró que “no todos van a tener carreras de grado” pero sí habrá actividad universitaria en la mayor cantidad de ciudades posibles de la región.
Investigación
Para el rector de la UNNOBA, en el mediano plazo “las Universidades van a ser distinguidas por su nivel de investigación” y, en ese sentido, analizó que hoy en día hay cursos y actualizaciones en distintos y variados lugares, pero solo las universidades pueden ofrecer una relación de la academia con la investigación.
“Hay que hacerse fuerte en ese nicho que nos va distinguir de otro tipo de instituciones –agregó–, no es que la UNNOBA esté mal, de hecho está bien, pero también es cierto que tenemos una oportunidad que no muchas otras universidades tienen, para nutrir a todos sus ámbitos de actividades de investigación, y debemos tomar decisiones que en 20 o 30 años nos dejen en una posición importante respecto al conjunto de la oferta de la educación superior”.
Vinculación con privados
En cuanto a la vinculación de la UNNOBA con el sector privado, resaltó lo sucedido con Punto Experiencias, una propuesta que apuntó a generar un acercamiento de la Universidad con empresas de la región.
“Este año lo sistematizamos, teníamos ese tipo de iniciativas y esto tuvo un enorme impacto en Junín y Pergamino”, sostuvo Tamarit, para luego profundizar: “Tanto las empresas como nosotros quedamos con ganas de más. Esto nos abrió muchas posibilidades y tiene que ver con que distintos sectores de la economía cuenten con la Universidad como primera opción para desarrollar capacitaciones y mejorar las oportunidades, tanto para los que están trabajando como para los que pueden hacerlo en el futuro”.
Calidad e inclusión
La calidad y la inclusión siguen siendo dos de las premisas fundamentales que sostienen el rumbo de la UNNOBA.
Sobre este punto, Tamarit explicó que “a la Universidad ya no se va solamente en un momento de la vida a obtener un grado académico, sino que uno puede llegar a través de las Casitas del Saber para un niño de cinco años, o en el PEPSAM, en el caso de un adulto mayor, y también a lo largo de toda la vida para capacitarse, volver a aprender, tener un oficio o mejorar uno que ya se tenga”.
También enfatizó que los esfuerzos deben estar dirigidos a que más personas lleguen a la Universidad, “que los sectores que ni se imaginan que puedan tener una actividad universitaria, tengan la posibilidad de llegar”. Y, en tal sentido, la UNNOBA cuenta con programas como “El primer universitario de la familia” que apuntan a eso: “Hay que romper con el prejuicio de que la Universidad es para determinada gente, es para todos, en la medida del esfuerzo que estén dispuestos a hacer”.
Asimismo, señaló que la calidad depende de que la institución les dé a quienes allí concurren la mejor prestación universitaria posible. “Si no hacemos eso, los estamos estafando”, sentenció, y enseguida añadió: “Deben estar en el lugar de mayor calidad educativa que sea comparable a cualquier institución del mundo. Pero la calidad no tiene que ver con un atributo de la Universidad. En el sustrato de esta definición hay una composición que tiene que ver con formar a los mejores profesionales que van a estar en nuestra sociedad”.
Más esfuerzo
En referencia a los temas sobre los que se deben redoblar los esfuerzos, el rector puso el acento en la relación entre ingreso y graduación: “Este no es un problema exclusivo de la UNNOBA, pero esta Universidad tiene otras herramientas así que, también, tenemos que tener otras respuestas. Este es un tema que hemos abordado con diferentes estrategias y que aún no pudimos resolver”.
El otro asunto que considera necesario trabajar fuertemente es en la capacitación docente. “Hubo un gran impulso e innovación –expresó Tamarit– pero está lentificado y no cambia en la medida en que la Universidad lo requiere. Para el año que viene estamos planteando algún nivel de certificación de actividades de educación virtual para todos los docentes, ya que creemos que en poco tiempo toda la educación va a estar mediada por la tecnología y la mayoría de los docentes estamos muy lejos de conocer las herramientas pedagógicas, el material a construir y demás”.
Finalmente, insistió en la investigación, para que se consolide como uno de los pilares de la UNNOBA: “Hay áreas en donde estamos muy bien y otras en las que estamos muy lejos. No tener becarios de iniciación en investigación o para doctorados en la Escuela de Ciencias Económicas y Jurídicas es un déficit enorme. Esto pasa en muchos lados pero nosotros somos distintos y tenemos otras posibilidades”.