El Tribunal Criminal N° 1 condenó a seis policías acusados de “abandono de persona seguida de muerte” por la denominada “masacre de Pergamino”, un incendio ocurrido en marzo de 2017 en la cual murieron siete jóvenes que habían sido detenidos por delitos menores.

El hecho se desató por una supuesta pelea entre internos que terminó con un incendio, pero que según se pudo comprobar, la policía escuchó los llamados de auxilio y se negó a abrir las celdas.

Por eso, la justicia les aplicó la pena más alta dentro del delito de abandono de persona: El ex comisario Alberto Sebastián Donza fue condenado a 15 años. En tanto, Alexis Miguel Eva a 14 años, Brian Cesar Carrizo, y el exoficial Matías Guiletti a 11 años, mientras que el Exteniente Sergio Ramón Rodas a 8 años y la exoficial Carolina Denise Guevara a 6 años de prisión efectiva.

De todas formas, el veredicto se vio envuelto en una polémica cuando los jueces Guillermo Burrone, Danilo Cuestas y Miguel Ángel Gáspari se negaron a derogar la prisión domiciliaria de Carrizo, Guiletti, Rodas y Guevara.

En tanto, los abogados de la Comisión Provincial por la Memoria –un organismo que acompañó a las familias de las víctimas desde el primer día- pidieron que los oficiales sean juzgados por delitos de homicidio simple, cuya condena oscila entre los 21 y 25 años de prisión.

El 3 de marzo de 2017, una aparente pelea en la Comisaría N°1 de Pergamino desató un incendio. Allí se encontraban alojados 19 personas, a pesar de un fallo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense que prohibía que se detengan en estas dependencias. Según los relatos -entre ellos el de los sobrevivientes- y también las pruebas, se comprobó que los policías allí presentes cerraron las rejas con llave y no accionar frente a los pedidos de auxilio de las víctimas.

En el incendio murieron Sergio Filiberto, Federico Perrota, Alan Córdoba, Franco Pizarro, John Mario Chillito Claros, Juan José Cabrera y Fernando Emanuel Latorre. La mayoría de ellos se encontraban detenidos por delitos de menor importancia. A pesar de lo ocurrido, la por entonces gobernadora María Eugenia Vidal no aplicó controles efectivos para que la tragedia no se vuelva a repetir.

Tan solo un año después, un exacto y similar hecho desencadenó la muerte de 10 detenidos en una comisaría de Esteban Echeverría. Ahora la justicia investiga si el rol de la policía fue el mismo que el que se dio en Pergamino. 

Fuente: InfoCielo