La pizza es una de las comidas favoritas de los argentinos, suele ser uno de los platos durante el fin de semana, sobre todo por la noche, sábado o domingo, está presente.

Y la pizza es de esas comidas que nunca se tira, que se mantiene, porque muchos la eligen comer fría de desayuno, inclusive de merienda o como parte de una picada del asado del domingo al mediodía.

La pizza suele salvarnos muchas veces, porque si hay que hacerla casera es simple de armar, con tener un rato es suficiente y cocinarla puede ser también una excusa de charla. Inclusive, hace tiempo muchos la hacen a la parrilla.

Pero también es una solución rápida a la hora de pedirla, en menos de 40 minutos llega caliente y lista para comer a la casa.

La cuestión es que muchas veces sobra y no siempre hay tiempo de prender el horno para calentarla, que es lo que correspondería en todos los casos.

En ese momento llega la opción rápida y fácil, de la cual siempre nos arrepentimos: calentarla en el microondas. De todos modos, hay una manera de solucionar ese «error» o problema:

Plan A: Hay que colocar la porción de pizza en un plato y llevarla al microondas con un vaso de agua (sin llenarlo hasta el borde) para que la humedad evite que se resequen los alimentos.

Plan B: También puede ser efectivo colocar un trozo de papel de cocina absorbente sobre el plato y poner encima la porción de pizza, en ambos casos es mejor hacerlo por unidad.