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Se consolida una recuperación en la confianza de los productores, según el índice "Ag Barometer Austral" que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. La última edición muestra un crecimiento del 13% respecto a la medición previa, y del 21% interanualmente, sobre un índice que mostraba una caída importante consecuencia del resultado eleccionario de octubre 2019. Muchos productores consideran que "hoy es un buen momento para realizar inversiones", gracias a la recuperación de la rentabilidad y las bajas tasas de interés en términos reales, entre otros factores", resaltaron.
La recuperación e importante alza de los precios internacionales de la soja, maíz y trigo, con su correlato en los precios locales, resultan un factor importante en el cambio de los productores. Esto queda reflejado en índice de expectativas futuras, que por primera vez desde el mes junio 2020, supera en valor al índice de condiciones presentes.
En la edición de noviembre también se miden los principales desafíos que enfrentan los productores agropecuarios de cara al 2021 y para los próximos cinco años. La principal preocupación la constituyen el clima (mencionado por 20% de los productores) y otras cuestiones productivas (mencionada por 28%), seguida por cuestiones relacionadas a la política (24%).
"Es interesante notar que la preocupación de los productores ha vuelto a tener que ver con cuestiones más tradicionales del campo", aseguran los especialistas de la Universidad Austral al dar a conocer los nuevos resultados de la edición de noviembre del Ag Barometer Austral, que muestra la consolidación de una recuperación en la confianza de los productores iniciada en el mes de septiembre luego del piso de confianza de junio de este año.
Los niveles de confianza, tanto respecto a la situación presente como la futura, comienzan a parecerse a los niveles del tercer trimestre de 2019, donde había comenzado a verse el impacto en la confianza generado en el resultado de las elecciones presidenciales. Un driver importante de esta mejora está vinculado con la proporción de productores que consideran que hoy es un buen momento para realizar inversiones. En este aspecto el índice de noviembre 2020 es el segundo más alto de la serie desde que se computa esta publicación (octubre 2018).
En general, se mantienen las condiciones que se habían observado en septiembre, donde una brecha cambiaria elevada, la poca atractividad de las colocaciones en pesos, sumada a la recuperación de la rentabilidad (aumento de los precios) y las bajas tasas de interés en términos reales, hace que muchos productores empiecen a considerar con buenos ojos la posibilidad de capitalizarse haciendo inversiones en activo fijo.
También es importante la recuperación de la confianza para los próximos cinco años donde por primera vez desde noviembre 2019 el índice está por encima de los 100 puntos, dado que el 52% de los productores pronostica buenos tiempos para el sector.
Situación climática, márgenes y ritmo de ventas
El clima continúa siendo una seria preocupación para los productores en esta etapa del año. El 70% de los productores manifiesta ver condiciones muy o algo secas en su zona, mientras que apenas un 30% ve condiciones normales o de buena humedad. Estos valores son similares a lo que ocurría en el relevamiento del mes de septiembre (con la excepción de un leve descenso en los productores que ven condiciones “muy secas”).
Córdoba, Santa fe, Entre Ríos, La Pampa, NEA y NOA son las provincias / regiones que más están sufriendo el impacto de la falta de agua, mientras que la provincia de Buenos Aires está en mejor situación en materia climática. Respecto al relevamiento de septiembre, se observa un empeoramiento en las condiciones, puntualmente en Córdoba, el NEA y la Pampa, con leves mejoras observadas en NOA y Entre Ríos.
Claramente, la situación climática tiene su correlato en menores rendimientos esperados. Si observamos los principales cultivos, en trigo donde ya se ha iniciado la trilla por lo que hay poco espacio para mejoras, un 63% de los productores esperan tener menores rindes que el año pasado.
Los cultivos de verano recién se están sembrando, pero ante las condiciones secas de partida y viendo los pronósticos, 59% de los productores creen que verán menores rindes en soja, y 56% en el caso de maíz. Sin embargo, cuando se consulta por los márgenes de ganancia esperados, la mayoría de los productores ve resultados mejores o mucho mejores, o bien iguales a los del año pasado. Un 41% de los productores en soja y un 35% de los productores en maíz, estiman tener márgenes mejores o mucho mejores. Alrededor del 35% de los productores en ambos casos espera márgenes similares a los del año pasado. Esto se explica por la fuerte suba de precios que se observó en los últimos meses, que compensaría la expectativa de menor productividad.
Es levemente diferente la situación en trigo, donde el conjunto de los productores tiene expectativas de márgenes peores o mucho peores que el año pasado (41%). Debemos destacar que venimos de una campaña previa muy buena, tanto en rindes como en precios de trigo.
Reducción de retenciones a la soja
Ante la crítica situación de reservas de libre disponibilidad en el balance del Banco Central, y viendo que muchos productores mantenían existencias elevadas de soja (20 mill.tt. al momento de la decisión) se intentó brindar un incentivo a la venta, con el fin de generar mayor liquidación de divisas.
"El 9% de los productores vendió más de lo previsto, el resto disminuyó el ritmo de ventas
No obstante, y contrariamente a lo esperado, sólo 9% de los productores vendió más de lo previsto, mientras que el resto mantuvo o incluso disminuyó el ritmo de ventas.
"Cuando consultábamos en nuestro relevamiento anterior los motivos por los que se almacenaba soja, sólo 15% esgrimía cuestiones relacionadas con los precios. La razón más fuerte pasaba por mantener reservas (53%) y cuestiones financieras (26%) como la expectativa de un tipo de cambio oficial más alto, la falta de alternativas para invertir los pesos y para protegerse de la inflación", explican los especialistas de la Universidad Austral.
Y en los últimos dos meses el tipo de cambio oficial continúa con leves variaciones, la brecha cambiaria se disparó para luego calmarse recientemente, las restricciones para acceder al dólar se mantienen, y la inflación se ha disparado. En tanto tomando la primera posición de Chicago, en los últimos dos meses la soja subió desde los 350 a los 430 dólares, y no por ello se activó la venta de parte de los productores.
Situación ganadera
La ganadería argentina y fundamentalmente las exportaciones han tenido un crecimiento exponencial a partir del cambio de políticas desde el 2016. El gobierno actual tampoco ha interferido en los mercados ganaderos disipando los temores de la vuelta a prácticas intervencionistas. Las perspectivas son muy buenas, de acuerdo a lo que los productores expresan en cría, recría y engorde; pero la situación cambia en lo que respecta a engorde a corral.
La cría, re cría y engorde a pasto muestran perspectivas de rentabilidad muy promisorias, entre buena y muy buena, mayor a 90% en todos los casos. Este panorama se revierte para los feedlots, donde solamente un 27% tiene buenas expectativas para el 2021, y más del 70% de los productores prevén un año regular o malo. La baja rentabilidad esperada en el engorde a corral se debe principalmente a la mala relación de precios novillo gordo / ternero (que se acentúa en los meses octubre / noviembre) y también en la muy mala relación de precios kilo de novillo / kilo de maíz, resultado de un retraso en precio de la hacienda gorda y una fuerte suba en el precio del maíz.
Principales desafíos de los productores
Anualmente en los meses de noviembre el Ag Barometer Austral mide los principales desafíos que enfrentan los productores agropecuarios para el próximo año y también en un horizonte mayor a cinco años. El clima constituye la principal preocupación de los productores agropecuarios (20%) para el próximo año, muy posiblemente condicionado por la situación actual de clima que atraviesan los cultivos.
No obstante, todo lo referido a incertidumbre política y económica sigue teniendo un peso importante.
La incertidumbre económica, referida a inflación, tipo de cambio y nivel de actividad fue señalada por 14% de los productores, en tanto la incertidumbre política por el 9%. También tienen relevancia otros aspectos que se repiten, tal como el financiamiento y acceso al crédito (8%) y las retenciones y presión impositiva (8%) entre las principales preocupaciones.
Si comparamos esta medición con la efectuada noviembre 2019, podemos observar algunos cambios interesantes. En noviembre de 2019, ante un inminente cambio de gobierno, las principales preocupaciones estaban relacionadas con la incertidumbre política (19%), financiamiento y acceso al crédito (17%) y retenciones (17%), mientras que el clima aparecía recién en cuarto lugar (15%). En el 2020 han perdido peso el financiamiento y acceso al crédito las retenciones e incertidumbre política, con un peso preponderante del clima y la incertidumbre macroeconómica, en plenas negociaciones con el FMI y discusión del presupuesto 2021.
Agrupando las preocupaciones por capítulos vemos que se volvió a poner el foco en las variables productivas y políticas, bajando la intensidad de la preocupación por la marcha de la economía y el acceso al crédito.
Por último, al analizar los desafíos para los próximos cinco años en noviembre del 2020, los productores siguen preocupados por el factor climático con un peso levemente menor que para la próxima campaña. La incertidumbre económica tiene un nivel similar al caso de un año (13%), y se observa que gana peso la incertidumbre política (12%). Otro tema interesante que surge es el de la adopción de tecnología (7%) lo cual refleja el permanente espíritu innovador del productor agropecuario argentino. Estos desafíos muestran un cambio frente a 2019, donde era la inestabilidad política, el financiamiento y las retenciones las principales preocupaciones de los productores a 5 años.