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Agropecuario  Domingo 06 de septiembre de 2020 - 14:32 hs.                5071
  Agropecuario   06.09.2020 - 14:32   
Soja: el manejo agronómico preciso será clave en una campaña con agua escasa
Productividad, logística, sustentabilidad y valor agregado, los desafíos para toda la cadena, en el análisis de tres referentes.



Con un pronóstico de año Niña débil que promete escasas precipitaciones de aquí a diciembre en Argentina, la preocupación entre los productores crece.


De cara a la siembra gruesa que se avecina, las lluvias de la última semana trajeron algo de alivio a gran parte de la región agrícola. Sin embargo, es posible que algunas hectáreas de maíz se resignen en favor de la soja para sortear el déficit hídrico.


“La campaña de soja está firme, será importante, quizás con algún leve incremento del área sembrada en detrimento del maíz debido a cuestiones climáticas y también por la incertidumbre en el mercado global en cuanto a la demanda de biocombustibles”, explicó Alejandro Petek, presidente de Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa).


Alejandro Petek, presidente de Aapresid


“Creemos que en la Zona Núcleo no habrá recorte en la superficie destinada a maíz porque se viene de un año muy bueno del cereal. Quizás en campos ubicados más hacia el oeste, donde no tengan suficiente agua útil en el perfil, puedan recalcular y pasar una parte de maíz a soja”, indicó Eugenio de Bary, técnico y miembro de la comisión directiva de CREA.


Así las cosas, avizorando escasez de lluvias, será necesario afinar el manejo agronómico. “Vamos a tener que analizar muy bien qué grupo de madurez vamos a usar y qué fecha de siembra determinaremos de acuerdo a las estimaciones de precipitaciones para que el período crítico del cultivo no transcurra con estrés hídrico”, remarcó de Bary.


Eugenio de Bary es miembro de la comisión directiva de CREA.


Si se cumplen los pronósticos de año Niña, “posiblemente tengamos una presión de hongos un poco más baja pero mayores ataques de insectos como arañuelas, trips, elasmopalpus y chinches. Habrá que estar muy atentos a los monitoreos”, advirtió Petek.


Además, luego de las precipitaciones de los últimos días y con las temperaturas en aumento, los bancos de semillas de malezas empezarán a activarse, por lo cual es momento de estar alerta para actuar tempranamente y evitar problemas posteriores en el cultivo.


“Habrá que prestar atención a las malezas que nacen y luego son capaces de sobrevivir en ambientes secos y son más difíciles de combatir ya que con poca agua los controles con herbicidas se vuelven menos eficaces. Por eso, el ajuste, el timing en el control de malezas, va a ser fundamental esta campaña”, señaló el presidente de Aapresid.


En CREA han observado un aumento en el diseño anticipado de las estrategias de control y en el uso de herbicidas pre-emergentes, una tendencia que hará la diferencia este año.


Frente a los ataques de insectos y la aparición problemática de malezas en condiciones de sequía, de Bary recomendó tener los productos fitosanitarios disponibles para poder actuar a tiempo y no llegar tarde a los controles. “Hay que ser previsores porque en un día de demora podés perder mucho y porque puede haber faltante del producto que uno quiere aplicar”, expresó.


Desde hace unos años, adelantar la fecha de siembra es una tendencia en el cultivo de la leguminosa. El objetivo es “sembrar un poquito más temprano para que la soja vaya imponiendo su sombreado y compita mejor con las malezas y también para mejorar los rendimientos”, dijo Petek. El acercamiento entre hileras es otra técnica que está dando buenos resultados en soja de segunda. “Desde 17,5 a 26 cm aproximadamente dependiendo de las máquinas y el diseño que cada productor pueda hacer”, detalló.


La tecnología ha tomado un carácter de “ineludible” en las últimas campañas, tal como afirman desde Aapresid: “Hay mucha demanda tanto en genética, en semillas, como en nutrición y protección del cultivo; la problemática de malezas se ha tornado central”.


Durante mucho tiempo se recurrió al uso abusivo de soluciones químicas únicas que derivaron en perjuicios para la producción agrícola. “Hemos usado mucho las herramientas de una manera simplificada y los sistemas son complejos. Se desequilibró el sistema. Así se estableció el predominio de las malezas resistentes. Faltó agronomía”, lamentó Petek.


Ahora, es momento de repensar las cosas para revertir los daños y poder avanzar en firme. “Volvimos a las mezclas de herbicidas, las rotaciones de cultivos, integramos cultivos de servicio, modificamos el distanciamiento entre hileras, el porte de los cultivos, las fechas de siembra. Considero que es un año en el que se va a aplicar mucha tecnología”, sostuvo el titular de Aapresid.


“Volvimos a los libros viejos y a dedicarle mucho más tiempo al cultivo de soja. Y este año vamos a tener que estar atentos desde el barbecho a la madurez, desde el principio al fin”, subrayó de Bary.


Sin dudas, volver a un manejo agronómico cada vez más ajustado es la demanda de la hora.


Los desafíos de la oleaginosa

Tranqueras afuera, a poco de comenzar la siembra, “la demanda mundial está firme, los precios están traccionando y eso ayuda a que las decisiones se inclinen un poco hacia el lado de la soja”, afirmó Luis Zubizarreta, presidente de Acsoja, la asociación que agrupa a los integrantes de la cadena.


Luis Zubizarreta, Presidente de Acsoja y Carbio


Para aprovechar la oportunidad global, salir de la crisis local, y utilizar la capacidad instalada ociosa de la industria, según el especialista, el gran desafío es aumentar la producción de la oleaginosa.


“Hay que darle previsibilidad al productor para que pueda tomar decisiones, sembrar más, invertir en tecnología y tener mayores rindes; toda la Argentina necesita que se produzca más, ese es el camino para generar mayores exportaciones y a la vez mantener la recaudación”, indicó.


En ese sentido, Zubizarreta destacó cuatro puntos clave: la productividad, el agregado de valor, la logística y la sustentabilidad.


Para aumentar la productividad consideró fundamental, además de condiciones previsibles, “la sanción de una nueva ley de semillas para contar con más tecnología en semillas, incrementar la fertilización a través de estímulos, e impulsar el riego”.


En relación a los derechos de exportación, pidió “equiparar los impuestos de los productos con mayor valor agregado que hoy pagan más que las materias primas” e incentivar nuevos eslabones que generen más empleo en Argentina. “En la medida que tengamos una industria más fuerte, el mayor beneficiario va a ser el productor porque va a traccionar su demanda, va a tener precios más estables y más altos, habrá más destinos de exportación y se van a crear más puestos de trabajo”, analizó.


Respecto de la logística instó a desarrollar las vías de salida en Argentina, como la hidrovía, así como los ferrocarriles y caminos. “Tenemos que lograr un costo logístico interno más competitivo porque los fletes son caros”, aseguró.


Además, llamó a hacer foco en la sustentabilidad, una demanda cada vez mayor a nivel global. “Tenemos que entrar en el mundo de la certificación, del seguimiento de la huella de carbono, fomentar las buenas prácticas agrícolas, poner foco en la Ley de Bosques, lograr el sello verde para nuestros productos para tener una distinción y acceder a mayores precios”, enumeró.


Entre los factores que conspiran contra el cultivo, Zubizarreta mencionó la brecha en el tipo de cambio y el nivel de retenciones. “La soja tiene una discriminación de costo impositivo. Desde Acsoja venimos intentando hacer entender a las autoridades que alícuotas más altas no implican mayor recaudación. Hay que apuntar a alícuotas decrecientes. Entendemos la necesidad del Estado, no es realista pensar en bajas de impuestos sino en alícuotas menores que permitan mayor recaudación”, expresó el titular de la entidad.


En un momento crítico de la Argentina, Zubizarreta llamó a “salir de la visión sectorial, pensar en grande y salir de dos dicotomías: agroindustria contra campo y campo contra ciudad. Somos complementarios, tenemos que trabajar en equipo, así es como funciona en el mundo”, remarcó. Y destacó al flamante Consejo Agroindustrial Argentino del que Acsoja es parte, como “una iniciativa muy valiosa donde se trabaja sobre las demandas y propuestas concretas, que es apoyado por todo el espectro político”.


En este marco de situación, el directivo es optimista. “Pienso que en el gobierno nacional hay visibilidad de los problemas y va a avanzar en una estrategia que incentive la producción. El mundo demanda, el tren todavía no se fue, estamos a tiempo de subirnos. Creo que la Argentina tiene presente y futuro”, destacó Zubizarreta.