Britney Spears y su pareja Sam Asghari eligieron el 9 de junio para casarse, sin embargo, recibieron una visita totalmente inesperada y controversial, ante la cual incluso la policía tuvo que intervenir.

En el esperado día, Jason Alexander, el primer esposo de la cantante pop irrumpió en el evento. De acuerdo con la revista TMZ, la celebración matrimonial se llevó a cabo de manera absolutamente privada, pues no hubo más de 100 personas invitadas a la casa de Britney que está en Thousand Oaks, California, en Estados Unidos.

El actor de 40 años y ex pareja de la cantante documentó todo su ingreso al inmueble: realizó una transmisión en Instagram donde se pudo ver desde su arriesgado salto en las puertas traseras de la casa hasta el momento en que fue sometido por los elementos de seguridad de la casa de Britney.

En la transmisión de menos de dos minutos de Jason Alexander, se vio que el actor saltó una valla, antes de ese momento, los guardias de la casa le preguntaron quién era, a lo que respondió con mucha seguridad que la propia Britney lo había invitado bajo el argumento de que era “su primera y única esposa”.

Tras el salto, les dijo a sus espectadores que “estaba bien” y que los guardias de seguridad lo estaban persiguiendo. Después de caminar al interior de un pasillo de la casa, comenzó a buscar desesperadamente a Britney en los cuartos y luego se encontró con otros invitados, quienes lo saludaron fraternalmente.

Finalmente, encontró una carpa de color rosa pastel donde se encontraban el resto de los invitados, ahí los trabajadores aún estaban colocando toda la decoración floral alrededor del altar y varios arreglos de boda. En ese lugar, el intruso saludó a más invitados y se presentó como “Jason Alexander, el esposo de Britney”, en varias ocasiones reconoció que iba a boicotear el evento.

“Ella es mi primera y mi única esposa, yo soy su único esposo, vine a entorpecer la boda, nadie está aquí”, mencionó. Cabe recordar que el matrimonio entre Alexander y Britney duró muy poco. Solo estuvieron casados durante 55 horas antes de que el acuerdo se anulara en 2014, es decir, hace casi 10 años.

Aunque logró su cometido durante unos segundos, rápidamente el personal de seguridad de la casa de Britney lo sometió en el piso, en ese estrepitoso momento se terminó la transmisión de Instagram; después llamaron al alguacil del condado de Ventura y lo escoltaron hasta salir de la propiedad privada.

El capitán del Departamento de Policía del condado, Cameron Henderson, informó que los agentes respondieron a una llamada de invasión de propiedad poco después de las 2 p.m. del jueves. Dijo que se detuvo al primer esposo de la cantante, Jason Alexander, en el lugar de la ceremonia.