No participó tanto del juego. No le llegaron tantas pelotas. Pero es goleador y sabe estar en el momento justo y el lugar indicado. Gonzalo Bergessio casi que no había entrado en contacto con la pelota en todo el partido, pero no dudó ni un segundo en pedir patear el penal que abrió el merecido triunfo a Platense. Porque el local fue más que Sarmiento, tuvo mejores ideas y justificó su superioridad en el segundo tiempo.

De arranque se vieron claras las dos posturas: los de Spontón priorizaron la tenencia de la pelota a través de Lamberti y Baldassarra abriendo la cancha con Schor y Tijanovich, mientras que el visitante apostó por salidas rápidas de contra. Y si bien este pudo haber abierto el marcador a través de dos remates desde afuera del área de Torres, el Calamar no dejó de lado su idea y también generó lo suyo por los costados y desde remates de media distancia.

A pesar de las insinuaciones, ninguno podía romper el cero, cosa que se produjo a los 6’ del segundo tiempo luego de un infantil penal que Gondou (recién ingresado) le cometió a Bertolo. Bergessio, el goleador que volvió este año a su casa y no había tenido chances en la tarde, se apropió de la pelota y dejó sin oportunidades al arquero Acosta con su remate cruzado y por abajo, que tocó la red del costado. A partir de ahí, todo fue a pedido de Platense: controló el partido tocando la pelota y aprovechando la desesperación de Sarmiento, que careció de ideas para lastimar al local.

Los cambios de Damonte no dieron resultado (ni siquiera el ingreso de Licha López), pero los de Spontón sí: Contreras inició y definió la contra -con asistencia del también ingresado Russo- que liquidó el juego en tiempo de descuento.

Invicto, el Calamar quedó como líder de la Zona A y se ilusiona, mientras no descuida los promedios.