Al momento de
referir las características de las generaciones
sociales, los investigadores han encontrado por necesidad de simplificación
el recurso de atribuirles nombres. En la búsqueda de encontrar un mejor entendimiento
de las conductas humanas se dividió la sociedad en rangos etarios, en los que
se podría subrayar rasgos comunes en comportamientos, sentires, actitudes, e
incluso raciocinios entre personas coetáneas.
A partir de
algo tan sencillo como poner un nombre con una letra del abecedario, sociólogos,
pedagogos, psicólogos, filósofos, historiadores y buena parte del doctorado
mundial especializado, han encontrado la manera de estudiarlos y valorizarlos.
El ser humano
sociable, es influenciado por la época en que nació y se desarrolló, se nutre de
elementos multiefectos aportados por el entorno que ayuda a moldear su personalidad.
La suma de las individualidades ha permitido establecer patrones bastante
acabados de los diferentes grupos etarios. Perfiles socio-económicos,
culturales, políticos y tecnológicos que totalizados hacen a la idiosincrasia
del conjunto. A una base de creencias y mandatos familiares, se le suman las
aspiraciones personales y las influencias sociales para formar al todo
generacional, que a su vez se encargará de retroalimentar al individuo. Una
especie de ida y vuelta, un agente transmisor de medios donde tercian la
educación, la comunicación y la cultura de un sector específico. Como si en
determinado momento, se le pudiera sacar al conjunto de la sociedad una foto químico-físico-espiritual,
pero caracterizado y sucinto en un hombre, en una mujer que les representa.
El fenómeno de bautismo de una generación es relativamente moderno, la mayoría de los especialistas convienen en cinco nichos a los que se le estaría agregando uno nuevo con sus propias características, aunque aún no tan definidas. Correlativamente en la línea de tiempo estos suelen llamarse:
Niños de la Posguerra, Baby Boomers,
Generación X, Milennials o
Generación Y, Generación Z y últimamente ha surgido una nueva a la que en
principio es identificada como Generación
Alfa.
Niños de la posguerra (1928-1948)
Algunos la
conocen como la generación silenciosa, son nacidos entre la depresión económica
y hasta poco después de concluir la Segunda Guerra Mundial. Representando al
estilo de vida occidental, actualmente transcurren como adultos mayores superando
los 72 años. Esencialmente marcados por el horror de los conflictos bélicos más
terribles de la historia humana, vinieron a crecer en un entorno de
subsistencia extrema. Protagonistas o testigos, sufrieron en carne propia o al
menos coexistieron con las calamidades de ese tiempo. Tiempo de cicatrices profundas,
visibles e imborrables que acentuaron personalidades muy austeras, rectas y con
fuerte carácter. Por razones biológicas, amén de las altas tasas de mortalidad
sufrida, son actualmente el rango etario menos numeroso.
Primaron lo
laboral, y en tal sentido tuvieron como distintivo un alto grado de
responsabilidad y arraigamiento. Vieron como un valor positivo trascurrir su
período contractual o profesional bajo una misma dependencia. Similar actitud
representaba la estabilidad conyugal, sujeta a una predominancia patriarcal
machista. Las esposas eran madres por sobre cualquier otra aspiración o
vocación.
Baby boom (1949-1968)
El término lo
heredó de la explosión demográfica que sobrevino a la posguerra, sobre todo en
EEUU. Fueron los primeros en vivir la paz de las Naciones Unidas, y en disfrutar
de numerosas mejoras que simplificaron con aparatología la vida en el hogar y
sobre todo en el ámbito laboral. Transformaron tareas físicas, duras y pesadas
en operacionales y mejores pagas.
La clase media Incorporó
algunos lujos que hasta entonces pertenecían a los ricos, como los períodos
vacacionales turísticos, el automóvil y la seguridad social.
Rigurosos,
profesionales, idealistas y pensando en futuro pudieron perder mucho de su
presente. Fueron y son los que continúan, trabajadores fieles a sus empresas, asumen
compromiso y respetan jerarquías. Buscan el reconocimiento por su entrega; por
su experiencia en épocas donde se trabajaba de maneras colaborativas, suelen
ser buenos organizadores de equipos. La mujer baby boom comenzó a
independizarse social y laboralmente sentando las bases de la emancipación total
que explotaría con sus hijas y nietas.
Generación X (1969-1980)
Nacieron
mientras el rock y las drogas le hacían vivir a sus progenitores los míticos
años ’70. También debieron asumir la carga psicológica de los padres separados
masivamente.
Crecieron en el
consumismo, ‘no sé lo que quiero, pero lo quiero ya’ y la pretensión de triunfo
sin hacer el esfuerzo de sus padres y abuelos. Comenzaron a familiarizarse con
las computadoras recreativa y laboralmente.
Con el disparo
tecnológico devenido tras la aplicación del transistor y los potentes chips, dieron
uso al lanzamiento comerciales de diferentes aparatos electrónicos. La mujer de
la generación X es quien encabezó su empoderamiento y su favorable evaluación
social.
Millennials o Generación Y (1981-1993)
Es una
generación coincidentemente global, a diferencia de sus predecesoras que se
dieron mayormente en occidente. Acompañaron con su cambio generacional al
cambio de la tecnología digital que llegaría al momento veinteñal, se subieron
a carreras y profesiones que propondrían en poco tiempo lo virtual por sobre lo
analógico, sobre lo tangible, sobre lo físico.
Estigmatizados
por considerarles rebeldes como para alejarse lo suficiente de sus padres, sin
que resulte demasiado lejos a la hora de necesitarles. Prolongaron la
adolescencia y la dependencia económica hasta casi los 30 años, hecho poco
usual hasta entonces. Esa prolongación vino a retardar la formación de sus
propias familias, sin acomplejarse demasiado al momento de encasillar vínculo
conyugal. Matrimonio, concubinato, pareja, conviviente no resultó un desvalor
como le ocurriera a sus antepasados cercanos. Sin embargo, hay que reconocerles
una ideología conservacionista, saludable y ecológica. Rápidamente vinieron a
cuento, que vivir más tiempo en un mundo peor, por desgastado y por insalubre
no sería del interés de los Milennials.
Generación Z o Centennials (1994-2010)
Son más dispuestos
que los Millennials, van directamente al conocimiento por sobre lo educativo
clásico. Googlemaníacos aprenden cada vez más direccionados a sus intereses,
sin tanta necesidad de voluminosos libros, se especializan en robótica,
cibermonedas, ingeniería alimentaria, diseño de órganos humanos, telecirujía y
tantos otros que ni siquiera imaginamos. Son más descomedidos que sus hermanos
mayores los ‘Y’, quienes educados con sistemas presencial y secuencial resultan
mucho más contracturados.
Siendo nativos
digitales aventajan al resto implementando nuevas herramientas tecnológicas. Dependen
de su talento más que de una recomendación para tener una oportunidad laboral. Se
prevé que su inserción en el mercado será desventajosa a la hora de competir en
trabajos tradicionales contra previas generaciones.
Con un mundo
tan cambiante que les aguarda, comprenden que deberán reinventarse
permanentemente, porque sus capacidades y profesiones nacen, se desarrollan y
prescriben con una velocidad insospechable.
Las relaciones intergeneracionales
son mayoritariamente virtuales, utilizando redes de comunicación social y por
ende, posiblemente aún más esporádicas que nunca. Pero a su vez, logran una
conectividad absolutamente viral que suele preocupar a políticos y sociólogos
tradicionales. En segundos pueden organizarse y reorganizarse en pos de un
objetivo, lo que impide controlarlos con usanzas convencionales.
También es
cierto que a pesar de que buscan una democratización en el aprendizaje, en la
práctica lo que parece verse que mientras un grupo pequeño logra objetivos
rentables, la mayoría aún no accede a tales conocimientos y el resultado es una
brecha educacional muy importante sobre todo en países no tan desarrollados
como Argentina.
Generación Alfa (2010 y 2025)
Llegó la hora
de darle la bienvenida a la generación Alfa, la primera que es nativa digital
al 100%. Aparentan haber nacido con un chip en el cerebro. Acaso no han
escuchado a un Baby Boomer afirmar: ‘nosotros éramos unos pavos, estos nacieron criados’.
Claro que eso es improbable, pero lo que está absolutamente claro es con la
velocidad con que incorporan conocimiento estos chicos. Sobre todo, por la
estimulación en grado de bombardeo a la que tienen acceso las clases pudientes.
La generación
Alfa la componen los nacidos entre 2010 y los que nacerán hasta el 2025.
Resulta algo raro que los especialistas ya estén considerando el año que
cerrará ésta etapa. Máxime cuando algunas veces su comienzo o fin no coinciden
con un registro matemático sino de carácter histórico-social que irrumpe
cambiando paradigmas.
¿Por qué se la
llamó Alfa?
Al arrancar en
su momento desde la X, al alfabeto se le habían terminado prontamente las
letras, así que a un australiano llamado Mark McCrindle, se le ocurrió hacer
una encuesta y ganó la idea de utilizar el alfabeto griego desde el comienzo.
Por lo menos la propuesta tiene más futuro que la anterior. Se sabe que la
mayoría de los Alfas tienen padre milénicos, pero otorgarles caracterización,
más allá de sus innegables dotes cibernéticos, parecería prematuro siendo ellos
tan niños, dado que el mayor andaría por los 11 años a estas alturas del siglo
XXI.
Sepa usted que, si tiene un hijo, un nieto o un bisnieto Alfa, la mejor herencia seguramente será más que nunca, la educación temprana y sin dilaciones. Eso hará de su descendiente un ser libre con herramientas propias, o un involuntario dependiente del estado por el resto de su vida.
Coméntanos tu ocurrencia al email elocurrentecolectivo@gmail.com
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