La implementación del aislamiento social obligatorio tuvo su impacto en la demanda del consumo de servicios básicos, con fuertes caídas promedio como las registradas del 25% en las distribuidoras de gas natural, del 15% en el sistema eléctrico, una merma del 90% en la venta de combustibles y una caída del 92% en la cantidad de pasajeros transportados dentro del área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires.
El Decreto de Necesidad y Urgencia 297 vigente desde el 20 de marzo para hacer frente a la pandemia de coronavirus, inmovilizó a amplios sectores sociales, comerciales y productivos, y su reflejo en todos los casos se pudo observar en los niveles de demanda energética, de acuerdo a los indicadores relevados por los operadores de los distintos sistemas.
En líneas generales, la permanencia de las familias en sus hogares explicó el esperado incremento de consumos residenciales, mientras que el comercio y la mayoría de los sectores industriales se manifestaron sensiblemente a la baja, con excepciones de actividades como el agro, la logística y la alimentación en las que se observó por ejemplo la caída moderada de venta de gasoil.
Pero a la vez que las empresas energéticas registraban en promedio una caída de demanda, se les sumó en esta semana el derrumbe de los niveles de cobro -por el cierre de los locales de pago y entidades bancarias- que significaron una reducción de ingresos de hasta el 75% en algunos casos, en estas semanas.
En una matriz energética predominantemente gasificada, el impacto de la cuarentena en el consumo de gas natural permitió observar una caída promedio del 25,3% en la demanda total del sistema en la comparación de las semanas previas al 20 de marzo con lo ocurrido a partir de entonces.
En ese sentido, de acuerdo al reporte de la Asociación de Distribuidoras de Gas (Adigas), la demanda interna registró previo al aislamiento obligatorio promedios de entre 121 y 128 millones de m3/día, frente a lo que se registró en las semanas siguientes con promedio de entre 95,6 y 98,5 millones de m3/día.
Los datos tomados a partir del tablero de control del Enargas, indican que el único segmento de usuario que incrementó su consumo fue la demanda prioritaria, es decir los usuarios residenciales fundamentalmente con un alza de 9,1%, entre ambos períodos de referencia.
Por el contrario, la caída de entregas se registró en el resto de las grandes categorías, tal el caso de las usinas de generación eléctrica que tuvieron una caída de demanda de 32%, la industria que abarca a grandes usuarios y grandes consumidores que se retrajo 19,6%, y en el sistema de Gas Natural Comprimido que cayó un abrupto 73,3%.
En lo referido a la demanda de electricidad se observan comportamientos similares a las del gas natural, de acuerdo al reporte de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) que analizó valores comparando la última semana de abril en período de cuarentena a una semana típica de abril de 2019.
De acuerdo a ese informe, se registró en la demanda total del Mercado Eléctrico Mayorista un promedio de 12.166 Mw/día en la última semana registrada de abril frente a los 14377 Mw/día de similar semana de abril del año pasado, lo que representa una caída de -2211 Mw equivalente a un -15,4%.
Al avanzar en el detalle de la composición del sistema eléctrico, se observa que la demanda de las distribuidoras cayó en promedio en todo el país un 11,1% con un requerimiento menor de 1.348 Mw, dentro de lo cual se explica un crecimiento del consumo de hogares no suficientes para compensar la retracción del resto de las actividades.
El efecto aislamiento se hizo más notorio en los denominados Grandes Usuarios (GU), a cuyo interior las industrias tuvieron una caída de 47,3% (738Mw), los sectores de la alimentación, comercio y servicios que se cayeron 20,8% (90Mw), y las actividades de petróleo y minerales que se retrajeron 15,3% (-26Mw).
También en el sector energético, se destacó en las primeras semanas de aislamiento la fuerte caída de hasta el 90% en la venta de combustibles en las red de 4.800 estaciones de servicio de todo el país -sin distinción de marcas-, y que se recuperó en hasta un 10% esta última semana, con la excepción de nuevos sectores a la restricción de circulación.
De acuerdo a estimaciones de la Confederación de Entidades de Comercialización de Hidrocarburos y Afines (Cecha), de la variedad de productos de las estaciones de servicio, las ventas de gasoil registraron un mejor desempeño con caídas del 50% en el pico de demanda, por la continuidad de las actividades vinculadas a la cosecha de granos y la logística de distintas ramas.
El efecto de este abrupto descenso se vio reflejado, mas allá del negocio de los estacioneros, en la demanda de petróleo crudo que en algunos pozos se redujo a la mitad de la capacidad de producción como hizo YPF en su área emblemática de Loma Campana, en Vaca Muerta.
Pero también el impacto se acusó en la actividad de las refinerías que redujeron sus operaciones al mínimo técnico e incluso llegaron hasta el cese de actividad como anunció ayer Raizen en su planta de Dock Sud.
Finalmente, como una referencia del movimiento social, la evolución de usuarios del transporte público en el Área Metropolitana Buenos Aires registró este último jueves 16 a 795.051 pasajeros es decir 81% menos del promedio que se registraba previo a la cuarentena que era de 4.242.450 usuarios por día hábil.
De acuerdo a cifras oficiales, el uso de transporte público por provincias en días hábiles durante el aislamiento fue de 156.354 pasajeros el pasado jueves, es decir el 9%, respecto al promedio precio al 20 de marzo, en tanto ese mismo día el promedio se reduce al 8% si se toma el movimiento promedio por ciudades del interior.