El año pasado, quienes integramos distintas fuerzas políticas, fuimos a una contienda electoral. Discutimos diferencias, hicimos propuestas, y luego el voto soberano de la gente dirimió la disputa en las urnas. Como debe ser.
Los resultados de las mismas determinaron responsabilidades para todos. Quienes ganaron, el deber de gobernar, y quienes perdimos, la obligación de acompañar y colaborar.
Nadie imaginó que a menos de seis meses, estaríamos atravesando la crisis mundial más importante de las últimas décadas. Donde la humanidad se enfrenta al desafío más importante, que es el de su propia supervivencia. En términos literales, renunciando a todo eufemismo y abuso metafórico.
De tal modo, que aquellos que tengamos la vocación de servir, debemos ser coherentes con lo que hace menos de un año planteábamos a la sociedad. Ofrecer nuestro servicio en función del colectivo. Para eso, y sabiendo que se avecinan tiempos complejos, nos ponemos a disposición de quienes tienen el mandato popular de conducir este proceso. A la fecha acatamos y acompañamos las decisiones tomadas por el Señor Presidente de la Nación, nuestro Gobernador y el Señor Intendente Municipal.
Los dispositivos comunicacionales han funcionado bien, y todos estamos hiperinformados en términos sanitarios. Los que nos falta como sociedad es conciencia y obediencia. La cuarentena, es quedarse en su casa. Cuidarse uno, a los propios y a los otros. No hay margen de maniobra, ni lugar para los imprudentes.
Los temerosos y negligentes nos costaran más caro aún que sus propias vidas, o los insumos hospitalarios. Ocuparán y utilizarán recursos escasos. Esos mismos que podrías necesitar vos, yo o algún ser amado.
No es tiempo de cavilaciones, ni ventajitas partidarias. No es momento de especulación o discusiones estériles. Estamos a disposición.