Mientras que siguen los vuelos para repatriar argentinos varados en el mundo, el ministro de Transporte, Mario Meoni descartó cerrar el Aeropuerto de Ezeiza.
El ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni aseguró este domingo desde su cuenta de Twitter que "no está previsto el cierre del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, tampoco hoy está en análisis. Su operatividad se mantendrá vigente con los vuelos especiales de repatriación" para los turistas que quedaron varados a raíz de la pandemia de coronavirus COVID-19.
"De ser necesario una medida de esas características se notificará con tiempo y de manera oficial", aseguró con relación a la situación de los vuelos por el coronavirus COVID-19 y agregó que "la posibilidad y el análisis de un cierre por cuestiones sanitarias las analizaremos eventualmente junto al Canciller Felipe Solá y con la decisión del presidente Albeto Fernández".
Mientras tanto, más de 120 vuelos especiales de diferentes compañías, entre ellos los 35 de Aerolíneas Argentinas, fueron autorizados hasta el momento por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para transportar a los argentinos que quedaron varados en el exterior como consecuencia de las restricciones impuestas para evitar la propagación del coronavirus COVID-19.
A estos vuelos hay que sumarle los que realizan los dos Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina de este domingo procedentes de Lima, Perú, con 140 argentinos que se encontraban varados allí, con lo cual llegaría a cerca de 23 mil la cantidad de personas trasladadas con estos operativos.
Mientras tanto un grupo de argentinos varados en México y Honduras señalaron este domingo que viven en la incertidumbre de no saber cuándo podrán volver a la Argentina a raíz de las restricciones de ingreso y circulación interpuesta en diferentes países producto de la pandemia de coronavirus COVID-19.
Allí se suman, según indicaron a Télam, fuentes de la ANAC, situaciones como el cierre del espacio aéreo previsto por algunos países, como el caso de Panamá, lo que hace imposible la escala en ese país, y también la actitud de algunas compañías aéreas que programaron vuelos sin haber solicitado la autorización pertinente y después argumentaron al cancelarlo que el vuelo no salía porque no le permitían el ingreso a Argentina.