En los últimos días recibimos impactados videos y noticias que reproducían una escalada de violencia desmesurada en el hermano Estado Plurinacional de Bolivia. Agresiones a la población humilde por bandas armadas, persecuciones, quema de viviendas, secuestros y amedrentamientos.
En el mundo se reprodujeron imágenes de una turba enardecida que humillaba, pintaba, y cortaba el cabello a una alcaldesa, sometida a escarnio público por su ascendencia indígena y su cargo en el gobierno democrático.
Recibimos pedidos de ayuda de bolivianas y bolivianos para que autoridades y ciudadanos de naciones vecinas con difusión y solidaridad frenáramos la tragedia social.
Hemos visto a policías con rostros tapados alzándose contra sus autoridades y apoyando la violencia. El objetivo de los grupos violentos era uno solo: la renuncia del presidente Evo Morales y el desconocimiento del resultado electoral reciente.
Finalmente con el objetivo de parar la masacre, la destrucción de edificios, vehículos, comercios, el presidente y sus funcionarios presentaron su renuncia.
En el Estado Plurinacional de Bolivia se había consumado un golpe de estado con un estilo y ensañamiento que creímos del siglo pasado América Latina.
En Argentina tenemos una larga experiencia en estas tragedias sociales, aún estamos juzgando a responsables y reparando víctimas de hechos ocurridos hace más de cuarenta años. Nuestra sociedad está firmemente comprometida con la democracia, con la resolución pacífica de diferencias.
Repudiamos la violencia de civiles organizados en la hermana República de Bolivia que con expresiones racistas, clasistas y machistas, con anuncia de policías y el ejército, forzaron un cambio de gobierno sin respetar los procedimientos constitucionales, ni las autoridades democráticamente elegidas. Es un gravísimo atentado al estado de derecho que el ex presidente y sus funcionarios tengan que ocultarse para preservar sus vidas.
Exhortamos a las autoridades locales, organizaciones políticas y sociales, a las y los juninenses a que se expresen repudiando el golpe y reclamando la paz y respeto de los canales democráticos en Bolivia. El gobierno legítimo no tiene que ocultarse, tiene que terminar su mandato.