El equipo del presidente electo, Alberto Fernández, trabaja de lleno en un conjunto de medidas económicas para implementar tras su asunción, entre las que se destaca una Ley de Emergencia que podría permitirle realizar reformas financieras, cambiarias e impositivas.
El líder del Frente de Todos se enfoca en los primeros 100 días de gestión: cree que se necesitarán medidas para paliar el malhumor social. “Se trata de un paquete de buenas noticias. Trabajamos todos los días en eso”, confirman en su entorno a Clarín, aunque no dan detalles oficiales.
La ley que analizan en su equipo es semejante a la de Emergencia Económica que en enero de 2002 sancionó el Congreso para brindar poderes excepcionales al gobierno de Eduardo Duhalde. La misma fue prorrogada cada año hasta enero de 2017.
En el marco de una ley de este tipo se pueden realizar aumentos y rebajas de impuestos, ajustes fiscales, reformas financieras y cambiarias y pagos de la deuda, para lo cual necesitará tener el aval del Congreso, que tendrá como primer minoría a Juntos por el Cambio.
Además de este proyecto, allegados a Fernández piensan en un paquete de medidas para fomentar el consumo, principalmente para inyectar dinero al bolsillo de las personas con menos recursos. También se proyecta un acuerdo de precios y salarios cercana al 35%, para achicar la inflación, y un plus para los sueldos atrasados.
Por otra parte, se perfila que en el próximo gobierno habrá un aumento del mínimo no imponible de Ganancias y una rebaja de los aportes patronales al sistema previsional.
Para concretar estas medidas, Fernández esperaría incorporar a Roberto Lavagna, líder de Consenso Federal, en el Ministerio de Economía o en el Consejo Económico y Social.